sábado, 9 de julio de 2011

Crónica Concierto de X-Japan en Berlín, por Nana

Nosotros llegamos a eso de las 7 de la tarde delante de la sala de Columbia Halle en Berlín, y taras un pequeño control de seguridad enseguida pudimos entrar dentro. 


El concierto tardó un poquito en comenzar, yo diría que ya eran las 8 pasadas. Ese rato lo aprovechamos para colgar una pancarta que mi amiga Vane había diseñado. Con unas llaves hicimos unos agujeros en la lona y yo me quité los cordones de los zapatos para atar la pancarta a la barandilla de la galería dónde estábamos situados.


Por fin el concierto comenzó, sonando una música angelical, operística, magnífica. Fue uno de los momentos más emocionantes para mí, expectante, contemplando una alfombra de cruces rojas hechas con tubitos luminosos que la gente había comprado o traído de su casa (nosotros compramos dos pares a 20 euros cada uno, como nos dolió el bolsillo). 


Por fin apareció Yoshiki, y me extrañó que fuese él el primero. Estuvo mucho rato posando encima del sillón de la batería (para mí un poco demasiado) hasta que al final aparecieron el resto de componentes. A partir de aquí, siguieron el repertorio de canciones que ya se han comentado en las crónicas de los conciertos de Londres y París. Empezando por Jade y siguiendo por Rusty Nail, etc. 
Aquí, por mi parte, la emoción del momento decayó un poco por dos motivos: la mala acústica de la sala hacía que el sonido se apreciara mal e incluso que a veces se saturase, esto por un lado, y por el otro, no me gustó que interpretaran la versión en inglés de algunas canciones que tienen letra en japonés.


 No tardó en llegar una primera anécdota cuando Yoshiki, sentado ante el piano empezó a hablar al público y pudo leer una pancarta que decía algo así como "Gracias por venir en el día de mi cumpleaños". Así que Yoshiki tocó unas notas de "Happy Birthday to you". Otro momento interesante fue cuando Yoshiki interpretó fragmentos de alguna composición de música clásica (creemos que era El Lago de los cisnes de Tchaikovsky pero no estamos seguros) en el piano con sus típicos golpes a las teclas entrecortando la melodía. La gran sorpresa fue verle lanzarse encima del público de las primeras filas, no nos lo podíamos creer des de allí arriba. 


Como tampoco nos pudimos creer que lanzase una baqueta (sin contar las numerosas botellitas de agua) con tal fuerza que llegase allí dónde estábamos nosotros, y así sucedió. Siguieron largos minutos de búsqueda desesperada por parte de todos los fans de la zona, iluminando el oscuro suelo con el móvil o bien la cámara de fotos. Parecía que la baqueta se había perdido para siempre en la oscuridad. Pero largo rato después, la chica japonesa que teníamos al lado nos dijo que la había encontrado y nos la mostró. La felicitamos y nos la dejó tocar mientras ella reía y lloraba a la vez. 


Finalmente, Yoshiki se lanzó de nuevo encima del público y para finalizar, todos los miembros del grupo se hicieron algunas fotos de recuerdo entre ellos encima del escenario. Las canciones con las que vibré más fueron Kurenai, Born to be free, Endless Rain, IV y X, aunque esta última se hizo un poco larga por los gritos de "We are, we are, we are X". También me gustaron mucho los solos de Yoshiki en batería y piano y de Sugizo en el violín. Y tal como aparecieron, se fueron del escenario, en un instante, la magia se había esfumado.

Nana 

1 comentario:

  1. Por si a alguien le interesa,la música con la que empezó el espectáculo era un fragmento de Art of Life. Más o menos por el minuto 15 hasta el 27 ^^

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